Las 5 fases del burnout: aprende a reconocerlas antes de que sea tarde
Escrito por Joseba Pelaez
Responsable del servicio de prevención en salud mental para empresas de IMQ Amsa.

El «síndrome del trabajador quemado» o «burnout» se ha convertido en uno de los mayores desafíos para las organizaciones modernas. Según la Asociación Americana de Psicología (APA), el 79% de las personas trabajadoras experimentaron estrés laboral en el último mes, y un 71% reporta sentirse tensa o estresada durante su jornada laboral.
¿Qué es realmente el burnout profesional?
El burnout no es simplemente sentir cansancio después de una semana intensa de trabajo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) lo reconoce como un fenómeno ocupacional, definiéndolo como un síndrome resultante del estrés crónico en el lugar de trabajo que no ha sido gestionado adecuadamente.
El burnout no es un distintivo de honor, sino una señal para reducir el ritmo, reevaluar y reordenar prioridades
Las 5 etapas del burnout
El burnout no aparece de la noche a la mañana. Es un proceso gradual que se desarrolla a través de cinco etapas distintivas que, si las reconocemos a tiempo, podemos intervenir antes de que el problema se vuelva crítico.
Fase 1: Luna de miel
Esta primera etapa se caracteriza por un entusiasmo desbordante. La persona muestra altos niveles de energía, creatividad y optimismo. Sin embargo, es precisamente este exceso de compromiso el que puede sentar las bases del burnout.
Señales características:
- Productividad excepcional
- Alta motivación y creatividad
- Voluntad de asumir responsabilidades adicionales
- Optimismo desbordante
Fase 2: Inicio del estrés
Durante esta fase, empiezan a aparecer los primeros signos de alarma. El trabajador o trabajadora comienza a notar que algunos días son particularmente estresantes y que tiene menos tiempo para actividades personales.
Manifestaciones comunes:
- Pérdida gradual de energía
- Primeros síntomas de ansiedad
- Alteraciones del sueño
- Disminución de la productividad
- Irritabilidad ocasional
Fase 3: Estrés crónico
En esta etapa, el cambio se hace más evidente. El estrés se vuelve persistente y comienzan a manifestarse cambios significativos en el comportamiento y el rendimiento.
Indicadores clave:
- Fatiga persistente
- Sentimientos de apatía y resentimiento
- Sensación de impotencia
- Aislamiento social
- Posible desarrollo de mecanismos de afrontamiento negativos
Fase 4: Burnout
Llegados a este punto, los síntomas se vuelven críticos. El sistema nervioso ha estado operando en modo supervivencia durante un período prolongado, y la persona ya no funciona como lo hacía normalmente.
Manifestaciones graves:
- Agotamiento físico y emocional severo
- Sensación de fracaso e inadecuación
- Pesimismo marcado
- Desconexión emocional
- Dificultad para cumplir con las responsabilidades básicas
Fase 5: Burnout habitual
Esta es la etapa más crítica, donde el burnout se ha cronificado y puede tener consecuencias significativas para la salud física y mental.
Consecuencias severas:
- Depresión crónica
- Agotamiento mental y físico permanente
- Posible necesidad de intervención profesional
- Impacto significativo en todas las áreas de la vida
Señales de alerta: ¿cómo se manifiesta el burnout?
El burnout se manifiesta en tres dimensiones principales que afectan tanto al rendimiento laboral como al bienestar personal:
Dimensión | Manifestaciones |
Agotamiento | Fatiga física y emocional, dificultad para adaptarse a cambios |
Cinismo | Despersonalización, indiferencia hacia el trabajo, irritabilidad |
Dudas sobre uno mismo | Sensación de incompetencia, baja productividad, moral reducida |
Estrategias efectivas para recuperarse del burnout
La recuperación del burnout requiere un enfoque integral que combine diferentes estrategias:
1. Desconexión del trabajo:
- Establecer límites claros entre trabajo y vida personal
- Silenciar notificaciones fuera del horario laboral
- Evitar revisar correos en días libres
2. Priorizar la relajación:
- Practicar yoga o ejercicios de relajación
- Incorporar técnicas de mindfulness
- Realizar actividades que generen placer y calma
3. Recuperar el control:
- Identificar aspectos manejables de la situación
- Establecer pequeñas metas alcanzables
- Desarrollar nuevas habilidades de gestión del tiempo
Prevención: la mejor medicina contra el desgaste profesional
La prevención del burnout debe ser una prioridad tanto para las personas trabajadoras como para las organizaciones:
Para empresas:
- Implementar políticas de equilibrio trabajo-vida
- Ofrecer programas de bienestar emocional
- Fomentar una cultura de comunicación abierta
Para profesionales:
- Mantener rutinas de autocuidado consistentes
- Establecer límites saludables
- Practicar ejercicio físico regularmente
«La prevención del burnout no es un lujo, sino una necesidad estratégica para la sostenibilidad organizacional»
El burnout es una realidad que afecta a un número creciente de profesionales, pero reconocer sus etapas y actuar tempranamente puede marcar la diferencia entre una crisis y una oportunidad de crecimiento.
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