Codo de tenista: síntomas y tratamiento

El codo de tenista puede tener un fuerte impacto en la salud y bienestar de las personas trabajadoras. Se trata de una enfermedad que afecta a una articulación relevante del cuerpo y que es susceptible de desarrollarse en el entorno laboral. A la hora de prevenir su aparición, es fundamental que la conozcas en detalle.

¿Qué es el codo de tenista?

Se lo conoce médicamente como epicondilitis lateral, una afección musculoesquelética que afecta la zona externa del codo. Es una inflamación o microdesgarro en los tendones que unen los músculos del antebrazo al epicóndilo lateral del húmero, lo que provoca dolor y sensibilidad.

Esta lesión se considera una tendinopatía por sobrecarga, ya que está asociada al uso repetitivo de los músculos extensores de la muñeca y el antebrazo. Aunque su nombre sugiere una relación exclusiva con el tenis, ten presente que puede presentarse en cualquier persona que realice movimientos repetitivos con la muñeca y el brazo, como carpinteros, pintores o, en general, trabajadores y trabajadoras manuales.

El codo de tenista puede afectar la funcionalidad del brazo y dificultar que se lleven a cabo tareas diarias como agarrar objetos, girar una perilla o levantar peso. A la hora de diagnosticarlo, se efectúa una evaluación clínica y, en algunos casos, pruebas de imagen para descartar otras afecciones. Por suerte, con tratamiento adecuado, se consigue la recuperación y se evita que la lesión persista a largo plazo.

Síntomas más destacados del codo de tenista

La enfermedad se manifiesta a través de una serie de síntomas que afectan a la zona externa del codo y que pueden interferir con la movilidad y fuerza del brazo. Los más destacados son:

• Dolor localizado. Se presenta en la parte externa del codo, sobre todo en la zona del epicóndilo lateral. Puede ser leve al inicio y agravarse con el tiempo.
• Sensibilidad al tacto. La zona afectada puede doler al presionarla, lo que dificulta el apoyo o el roce con superficies.
• Molestias al realizar movimientos específicos. Actividades como girar una llave, levantar objetos o estrechar la mano pueden provocar dolor.
• Debilidad en el antebrazo y la muñeca. Se experimenta una reducción de la fuerza, algo que dificulta realizar acciones cotidianas, como sostener una taza o sujetar herramientas.
• Dolor irradiado. En algunos casos, la molestia puede extenderse desde el codo hasta el antebrazo e incluso la muñeca.
• Aumento del dolor con el uso repetitivo. Movimientos continuos, como escribir o utilizar el ratón del ordenador, pueden intensificar los síntomas.

Principales causas

Sus principales causas incluyen:

• Movimientos repetitivos. Actividades que implican la extensión repetida de la muñeca y el antebrazo, como escribir, pintar, usar herramientas manuales o tocar instrumentos musicales.
• Práctica de deportes de raqueta. Golpes mal ejecutados o el uso de equipos inadecuados en deportes como el tenis, pádel o squash pueden generar una sobrecarga en los tendones del codo.
• Trabajo manual intensivo. Profesiones como carpintería, fontanería o albañilería efectúan movimientos constantes que pueden provocar microlesiones en los tendones.
• Mala ergonomía. Posturas inadecuadas o el uso prolongado del ratón y el teclado sin apoyo adecuado pueden contribuir a la tensión en los músculos extensores del antebrazo.

¿Cómo prevenir su aparición en un entorno laboral?

Prevenir el codo de tenista en el ámbito laboral pasa por adoptar medidas que reduzcan la tensión sobre los tendones del antebrazo y que mejoren la ergonomía en el trabajo. Es fundamental optimizar la postura y el empleo de herramientas para minimizar el impacto en la articulación del codo. Por ejemplo, en trabajos de oficina, se recomienda ajustar la altura del escritorio y la posición del teclado y el ratón para evitar movimientos repetitivos forzados.

En actividades que requieren esfuerzo físico, como carpintería o fontanería, es esencial utilizar herramientas con mangos ergonómicos y alternar el uso de las manos siempre que sea posible. Realizar pausas activas y estiramientos periódicos ayuda a relajar los músculos y prevenir la sobrecarga. Además, fortalecer la musculatura del antebrazo y la muñeca mediante ejercicios específicos puede reducir el riesgo de lesión.

Otro aspecto clave al que debes prestar atención es evitar el empleo excesivo de fuerza en tareas repetitivas. Recurrir a técnicas adecuadas y distribuir la carga de trabajo entre ambos brazos disminuye la tensión sobre los tendones.

Tratamientos para el codo de tenista

El tratamiento se enfoca en aliviar el dolor, reducir la inflamación y recuperar la funcionalidad del codo. En la fase inicial, se recomienda el reposo para evitar la sobrecarga de los tendones afectados. El uso de hielo en la zona afectada puede ayudar a disminuir la inflamación y el dolor. Además, los antiinflamatorios no esteroides son útiles en las primeras etapas.

En caso que la lesión tienda a cronificarse, podrían estar indicadas bien terapias rehabilitadoras, uso de cinta epicondílea como tratamiento preventivo, ondas de choque, infiltraciones e incluso intervención quirúrgica.

A la hora de mejorar la salud, es importante que prestes atención a problemas como el codo de tenista. Al fin y al cabo, es la enfermedad laboral más acusada en Euskadi. Procura crear un entorno laboral que la prevenga, ya sea mediante la ergonomía o la formación del personal.