8M - Avanzando en Igualdad: contra el acoso laboral

Ante el acoso laboral, nuestra responsabilidad como empresa es crear entornos de trabajo seguros para todas las personas que trabajan en ella. Con motivo de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, analizamos las consecuencias y los riesgos psicosociales que tiene el acoso en el entorno profesional, especialmente en las personas trabajadoras.

¿Qué es el acoso laboral y por qué se produce?

El acoso laboral o mobbing es cualquier acción encaminada a producir malestar, miedo o terror en una persona o grupo de personas respecto de su lugar de trabajo, que afecta a la dignidad de los trabajadores y a su derecho a la intimidad.

Es difícil determinar las causas del acoso laboral, ya que cada caso es diferente, pero sí que podemos encontrar similitudes y patrones con conductas presentes en la sociedad, como el ciberbullying o el ciberacoso. Concretamente, las mujeres trabajadoras son especialmente vulnerables ante el acoso sexual o por motivos de sexo como consecuencia de la realidad social en la que vivimos.

El acoso laboral en mujeres

Una macroencuesta realizada en 2019 refleja que el 40,4% de las mujeres mayores de 16 años han sufrido algún tipo de acoso en España, y un 17,3 % de ellas indican que sucedió con alguien del trabajo. El 47,4 % de las mujeres que sufrieron acoso laboral señalan como responsables a sus superiores varones. Estos datos nos hacen darnos cuenta de la importancia de trabajar en la erradicación de este tipo de prácticas discriminatorias dentro de cualquier empresa.

El acoso en el entorno laboral puede ser de índole sexual y darse a través de conductas verbales (comentarios inadecuados, insinuaciones…), conductas no verbales (miradas impúdicas, difusión de vídeos de carácter privado, sexting…) o comportamientos físicos (acercamientos indeseados, tocamientos, etc.).

El acoso laboral en todas sus variantes tiene consecuencias devastadoras para la integridad de la víctima. Por este motivo, la política de empresa debe centrarse en la prevención y la tolerancia cero ante este tipo de conductas.

En Euskadi las empresas están obligadas a adoptar medidas de prevención de acoso moral y aquellas que superen los 50 trabajadores deben, además, tener un plan de igualdad.

Síntomas y consecuencias

Los síntomas y consecuencias derivados del acoso laboral pueden tener repercusión a nivel físico y psicológico para las personas que lo sufren. Aunque los síntomas son bastante similares a los que causa el estres laboral, a continuación vamos a citar cuáles son los más habituales.

-Síntomas psicológicos

Entre los síntomas psicológicos, destacan los siguientes:

• Trastorno de ansiedad.
• Depresión
• Tristeza, apatía y falta de concentración.
• Insomnio o hipersomnia.
• Síndrome de estrés postraumático.

-Síntomas físicos

También es común la aparición de síntomas físicos, como:

• Somatización (migrañas, problemas digestivos, etc.).
• Arritmias.
• Hipertensión.
• Dolores musculares y contracturas.
• Sensación de ahogo.
• Hiperventilación.

Es fundamental tener en cuenta los riesgos psicosociales del acoso laboral, ya que pueden influir en el comportamiento de la persona. En este sentido, es bastante común que las víctimas de mobbingse aíslen de su círculo social porque sienten vergüenza, tristeza o miedo. Estas emociones hacen que les resulte más difícil pedir ayuda.

A menudo, las consecuencias del estres laboral y sus síntomas provocan el abandono inesperado del puesto de trabajo. Esto puede afectar gravemente no solo a su capacidad económica, sino también a sus posibilidades de conseguir otro empleo por la falta de autoestima y por la desconfianza.

Consecuencias para la empresa

Aunque las principales consecuencias y síntomas de estrés laboral sean para la persona afectada, el mobbing también tiene efectos negativos en la empresa:

• Pérdida de talento.
• Ambiente laboral con prácticas tóxicas (menor creatividad, peor atención al cliente, mala gestión del desempeño…).
• Desmotivación.
• Inseguridad laboral.
• Mala reputación.
• Falta de credibilidad social.
• Mayor rotación en los empleados.

Asimismo, en la actualidad, el acoso laboral está reconocido como accidente de trabajo. No obstante, es interesante valorar acciones de forma proactiva más allá del marco legal. Estas son algunas iniciativas beneficiosas para la prevención del acoso laboral:

• Formaciones específicas para prevenir y detectar el acoso laboral.
• Recursos psicológicos gratuitos.
• Buzón anónimo para denunciar internamente estas situaciones.
• Protocolo de actuación para el departamento de recursos humanos.

Todas estas acciones contribuyen a generar un ambiente de trabajo seguro y a disminuir significativamente los casos de acoso laboral o sexual. Ofrecer recursos e información a los trabajadores les empodera para gestionar de manera adecuada este tipo de situaciones. Además, la existencia de un protocolo de actuación permite tomar decisiones de forma rápida y segura para proteger a la víctima.

El acoso laboral o sexual es un problema derivado del contexto social al que debemos hacer frente con el fin de conseguir un ambiente de trabajo libre de comportamientos dañinos. Un entorno laboral seguro hará que nuestras personas trabajadoras estén más satisfechas y seguras, tengan menos síntomas de estrés y consigan mejores resultados.