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El riesgo de los accidentes laborales in itinere

Escrito por Bixen Fernández

Director Territorial de Araba y Gipuzkoa de IMQ Prevención

El riesgo de los accidentes laborales in itinere

Dentro del perímetro de la salud laboral se incluyen también los accidentes de tráfico que puedan sufrir los trabajadores y trabajadoras en sus desplazamientos. Son los llamados accidentes in itinere y, por desgracia, están aumentando. Para garantizar la seguridad de la plantilla en todo momento, es esencial que las empresas analicen también esta cuestión y su abordaje

Los accidentes in itinere

Los llamados accidentes in itinere son los que sufren las personas trabajadoras durante el desplazamiento habitual entre su domicilio y el lugar de trabajo o viceversa. Aunque pueden ocurrir fuera de la empresa, están contemplados en la normativa española como accidente laboral al vincularse con el desarrollo del trabajo.

La responsabilidad de la empresa no es automática, pero sí está obligada a garantizar la seguridad y salud de las personas trabajadoras en su trayecto de ida y vuelta del trabajo. Este se considera como parte de la jornada laboral, así que es necesario prestar atención a lo que ocurre en ese tiempo.

Además, solo en el primer trimestre del 2025, el 35 % de los accidentes laborales fueron de tráfico. Buena parte de ellos se produjeron in itinere, lo que los consolida como una de las causas de mortalidad en el trabajo más importantes.

El aumento de los accidentes en bicicleta

Algo que aumenta la complejidad de los accidentes in itinere es que no solo se producen al conducir un coche. También se utilizan otros vehículos para acudir al trabajo y, de entre todos, los producidos en bicicleta están aumentando, de los 1.537 registrados en 2016 a los 4.745 en 2024, una subida del 208%.

Pese a que el dato sea impresionante, su causa se debe, en gran medida, al mayor uso de la bicicleta. Cada vez son más los trabajadores y trabajadoras que acuden a su puesto en este medio de transporte ya sea porque apuestan por una movilidad sostenible, porque quieren hacer ejercicio o porque les resulta más conveniente.

Impacto de los accidentes viales en la salud mental de las personas trabajadoras

Las consecuencias de los accidentes de tráfico son tanto físicas como mentales, pero estas últimas pasan en ocasiones desapercibidas. Pueden, además, no manifestarse de forma inmediata, aunque sus efectos afecten de manera devastadora al bienestar de los trabajadores y trabajadoras.

Uno de los efectos más comunes es el trastorno de estrés postraumático, que se caracteriza por recuerdos intrusivos, insomnio, ansiedad y evitación de situaciones que recuerden el suceso. También pueden aparecer trastornos de ansiedad generalizada, depresión, irritabilidad, apatía o miedo a volver a conducir. En casos graves, estos síntomas derivan en una pérdida de confianza en uno mismo o incluso en la incapacidad de reincorporarse al puesto de trabajo.

Asimismo, el impacto psicológico no se limita a la víctima directa. Los compañeros de trabajo que presencian el accidente o conocen a la persona afectada pueden experimentar sentimientos de vulnerabilidad o estrés emocional, algo que llega a generar un efecto contagio que altera el clima laboral.

Incluso la organización puede sufrir las consecuencias psicológicas de un accidente si se repiten a menudo o uno es muy grave, porque puede aumentar la tensión entre los equipos e impactar en la productividad.

Para no llegar tan lejos, conviene desarrollar un enfoque integral en la prevención de riesgos laborales. No solo hay que contemplar medidas físicas o de seguridad vial, sino también el apoyo psicológico posterior a un accidente para que la recuperación de las secuelas sea más rápida y sólida.

¿Cómo actuar en caso de accidente?

En primer lugar, lo prioritario es mantener la calma y asegurar la zona del accidente. Si hay heridos, se debe llamar al 112 o al servicio de emergencias que corresponda. Se indicará con claridad la ubicación y el estado de las personas implicadas. Mientras se espera la asistencia, conviene señalizar el área para evitar nuevos accidentes y, si es posible, tomar fotografías o recopilar datos que puedan servir como prueba.

Una vez atendida por los servicios de emergencia, se debe informar lo antes posible a la empresa sobre lo ocurrido. Es importante que se detalle la hora, el lugar y las circunstancias del accidente, ya que estos datos serán esenciales para determinar si el suceso cumple los criterios de accidente in itinere. A continuación, se debe acudir al centro médico concertado con la mutua laboral, que evaluará el alcance de las lesiones y emitirá el parte correspondiente.

La comunicación con la mutua y la empresa es clave. Si se acude por error a un centro sanitario público, se debe informar a la mutua para que el caso se derive como es debido. Si existe discrepancia sobre la calificación del accidente, se puede presentar una reclamación ante el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS).

Por último, es necesario conservar toda la documentación médica y administrativa, así como los informes policiales, ya que pueden ser necesarios en procesos de reclamación. Actuar con rapidez, claridad y rigor facilitará el reconocimiento del derecho dl trabajador y garantizará la cobertura sanitaria y económica que la ley prevé para los accidentes laborales.

Claves para prevenir los accidentes viales laborales

La prevención es esencial para reducir los accidentes viales. Para ello, existen diferentes medidas que se pueden poner en práctica. Así, se dispondrá de los conocimientos y técnicas para garantizar la seguridad en carretera Serían las siguientes:.

Formación en seguridad vial

Es una herramienta esencial para prevenir los accidentes viales laborales, tanto en desplazamientos in itinere como en los realizados durante la jornada de trabajo. La mayoría de los siniestros se producen por errores humanos, como distracciones o cansancio, factores que pueden reducirse mediante una educación vial adecuada.

La formación debe ir más allá de recordar el código de circulación. Implica concienciar sobre los riesgos reales de la movilidad cotidiana, enseñar técnicas de conducción preventiva, gestión del estrés y del sueño y promover hábitos responsables. Cuando se comprende cómo el comportamiento influye en la seguridad propia y la de los demás, la probabilidad de accidente disminuye de forma notable.

Uso de tecnologías de prevención

Hoy en día, los avances tecnológicos permiten anticipar riesgos, corregir comportamientos inseguros y garantizar un seguimiento continuo de la movilidad laboral. Un buen ejemplo son los sistemas de asistencia a la conducción (ADAS), que alertan sobre colisiones, salidas de carril o exceso de velocidad.

También son útiles los dispositivos de geolocalización y telemetría, que permiten a las empresas analizar rutas y detectar hábitos de conducción peligrosos. Y las aplicaciones móviles de seguridad vial son capaces de bloquear notificaciones durante la conducción o registrar incidencias en tiempo real. Así, se eliminan o reducen las distracciones en carretera.

Mejora de la salud psicosocial

El estado mental y emocional influye en la capacidad de atención, toma de decisiones y reacción ante imprevistos al volante. Estrés, ansiedad, fatiga o problemas personales pueden traducirse en distracciones, conducción agresiva o somnolencia, lo que aumenta de forma significativa el riesgo de siniestros.

Para evitar las peores consecuencias, hay que procurar abordar la prevención psicosocial como parte integral de las políticas de seguridad laboral.. fomentar un entorno de trabajo saludable, con cargas de trabajo equilibradas, pausas adecuadas y programas de apoyo emocional, así como contribuir a afrontar los desplazamientos en condiciones óptimas.

Además, promover la conciliación y la flexibilidad horaria reduce la presión de los trayectos apresurados o de los horarios excesivamente rígidos, que son factores de riesgo.

Planificación de rutas

Es una medida clave para prevenir accidentes viales laborales, sobre todo en aquellas empresas donde los desplazamientos forman parte habitual de la jornada. Conocer de antemano el recorrido, los horarios, las condiciones del tráfico y los posibles puntos de riesgo permite reducir la exposición a situaciones imprevistas y minimizar la fatiga del conductor.

Una buena planificación no solo optimiza tiempos y recursos, sino que mejora la seguridad y el bienestar del trabajador. Evitar trayectos muy largos, seleccionar carreteras seguras y prever pausas regulares para descansar son factores decisivos para reducir la siniestralidad. Asimismo, el uso de herramientas digitales facilita la elección de rutas más seguras y sostenibles, adaptadas a las condiciones meteorológicas y al tráfico en tiempo real.

Más allá de su uso para gestionar flotas, ofrecer itinerarios seguros para acceder a las instalaciones de la empresa es útil. El objetivo es disipar dudas entre los trabajadores y trabajadoras, así como facilitarles rutas alternativas que atiendan a diferentes factores. Así, se sabrá reaccionar ante cualquier situación.

Consejos específicos para ciclistas

Dado el incremento de los accidentes en bicicleta, conviene tener en cuenta algunas precauciones específicas. Al fin y al cabo, el vehículo tiene una serie de peculiaridades:

  • Uso de casco homologado. Protege la cabeza en caso de caída o colisión, lo que reduce el riesgo de lesiones graves.
  • Ropa y elementos reflectantes. Facilitan la visibilidad en condiciones de baja luz o nocturnas para alertar a conductores y peatones.
  • Revisión periódica de la bicicleta. Frenos, luces, neumáticos y cadena deben estar en perfecto estado para evitar fallos mecánicos inesperados.
  • Respeto a las normas de tráfico. Detenerse en semáforos, respetar cedas el paso y circular por carriles autorizados garantiza una convivencia segura con otros vehículos.
  • Planificación de la ruta. Evitar vías de alta velocidad o tramos peligrosos y utilizar los carriles bici o calles tranquilas disminuye riesgos.
  • Atención y concentración constante. Mantener la vista en la carretera, anticipar maniobras de otros vehículos y evitar el empleo del móvil mientras se circula.
  • Señalización de maniobras. Utilizar de manera correcta los brazos para indicar giros o cambios de carril permite que otros conductores anticipen los movimientos.
  • Evitar conducir bajo fatiga o distracciones. Dormir y mantener la concentración es clave para prevenir accidentes.

En definitiva, la seguridad vial es otro factor relevante para la salud laboral. Ya sea para evitar el absentismo o prevenir accidentes, conviene que la empresa invierta tiempo y esfuerzo en que la plantilla conozca y practique una serie de pautas. Gracias a ello, los trayectos hacia o desde el trabajo pueden ser menos susceptibles de generar siniestralidad.

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