Conciliación laboral y personal: consejos para lograrla

La conciliación laboral es una cuestión clave en el mundo empresarial actual. Se trata de una reivindicación recurrente entre las personas trabajadoras, quienes buscan equilibrar su esfera privada y su empleo. Conseguirlo es más complejo de lo que parece, pero con los consejos adecuados, lograrás implementarla con mayor facilidad en tu plantilla.

¿Cómo conciliar la vida personal y la laboral?

Fomentar la conciliación contribuye a reducir los síntomas de estrés y a evitar la tristeza. Si se dedican demasiadas horas al trabajo, el estado de ánimo se acabará resintiendo. Además, es común que surjan problemas en el resto de entornos, pues no se les presta la debida atención. Así que, es importante no llegar tan lejos.

Promover una cultura de la conciliación

Al igual que se promueve una cultura preventiva en cuanto a riesgos laborales, hay que hacer lo mismo con la conciliación. Una forma de conseguirlo es mediante las políticas adecuadas, las cuales pueden incluir el uso de horarios flexibles o beneficios relacionados. También se debe potenciar la comunicación entre las y los empleados y el departamento de Recursos Humanos.

Ten en cuenta que actuar así facilita que todo el mundo entienda y se comprometa con la conciliación. Esto evitará problemas de adaptación y de comprensión de la situación de un miembro de la plantilla. Por ejemplo, si tiene personas dependientes a su cargo, quizás sea razonable permitirle salir unas horas antes para cuidar de su familiar.

Promoción de la igualdad de género

La promoción de la igualdad de género es esencial en cualquier esfuerzo por lograr una conciliación laboral y personal en el lugar de trabajo. Implica reconocer y abordar las desigualdades que puedan existir en la organización. Tras determinarlas, cabe la posibilidad de aplicar distintas estrategias para eliminarlas. Algunos ejemplos son los siguientes:

• Apoyo a la maternidad y paternidad: es esencial para conseguir una conciliación realista y conlleva utilizar políticas y prácticas específicas. El acceso a instalaciones de cuidado infantil, como guarderías, o dar permisos en caso de nacimiento dan muy buenos resultados.
• Mentoría y redes profesionales: tienen como finalidad la eliminación de sesgos o prejuicios que afecten a la conciliación, en especial la de las mujeres. Cuando son madres, es probable que necesiten más tiempo para recuperarse del parto. Por consiguiente, conviene dar facilidades llegado este momento.
• Educación y sensibilización: ofrecer programas de formación que aborden la discriminación de género, los sesgos inconscientes y la promoción de un ambiente de trabajo inclusivo es crucial. Gracias a ellos, poco a poco, la cultura organizacional irá cambiando, algo que se notará en el apoyo a la conciliación.

Apoyar el trabajo híbrido

El trabajo híbrido es una idea que puedes poner en marcha. Es un modelo de relación laboral muy flexible, sobre todo si la persona trabajadora es quien elige qué días trabaja en casa y cuántos en la oficina. De este modo, se le permite adaptarse a su situación personal sin que ello afecte a su rendimiento. Si fuese necesario, el teletrabajo también se puede considerar.

En cualquier caso, se trata de dar una opción que ofrezca una solución eficaz a la plantilla. Habrá quienes acepten y otros no la requerirán, pero es una forma sencilla de facilitar que se compagine la vida profesional y la privada.

Ser ejemplo

Si tienes un puesto irectivo, tienes mucho que decir y aportar en materia de conciliación. Si se han implementado medidas y aún perduran ciertas reticencias, que haya un ejemplo allanará el camino. Las y los empleados verán que la propuesta es seria y que no va a ser una moda pasajera. Si te conviertes en el suyo, estarás demostrando que es una política relevante, que viene para quedarse y que todo el mundo es libre de seguirla.

Si das ejemplo  servirá para eliminar los miedos y reticencias que pudieran persistir. Alentarás al resto a dar el paso.

Entender las necesidades

Antes de aplicar una política u otra, conviene comprender las necesidades de la plantilla. El objetivo es alcanzar una solución específica y basada en la realidad de la empresa. Por tanto, evita usar medidas estandarizadas, las cuales pueden llevar a resultados mediocres. De hecho, la conciliación no tiene por qué consistir en que el horario laboral sea flexible.

Una parte de la plantilla  puede preferir disponer de tiempo para hacer labores sociales, otra querrá desarrollar su bienestar físico y algunas personas tener descansos a lo largo de la jornada. Dadas las múltiples peticiones, conviene escucharlas, procesarlas y buscar la manera de hacerlas realidad, siempre que no sean ideas ridículas o causen daños a la propia compañía.

Gracias a la conciliación laboral, se reduce el estrés laboral y sus síntomas, así como otros problemas. Las empresas aún tienen mucho camino que recorrer en esta materia. No obstante, pueden poner en marcha numerosas políticas, programas e ideas para mejorar. De este modo, aumentará la satisfacción, la felicidad y el rendimiento de las personas trabajadoras.